Volvió la calma a Villa Fraga pero sin solución de viviendas
Por Silvia Gómez
Fue tras la toma del comedor para 480 chicos. El Gobierno porteño censa a las familias.
Como sucede en otros asentamientos precarios de la Ciudad, la alta demanda habitacional juega un papel fundamental en la disputa por el espacio y las ocupaciones. Y Villa Fraga –ubicada en el barrio de Chacarita, detrás de la estación de trenes Federico Lacroze– no está exenta de este conflicto. Y cada metro cuenta. Después de la violenta pelea entre vecinos y la Policía Federal por la ocupación de un comedor, ayer volvió la calma al barrio. Pero el conflicto continúa latente, porque el problema de fondo está lejos de una solución: la villa está asentada en solo dos manzanas y no para de crecer hacia arriba, hay viviendas con hasta cinco plantas.
Villa Fraga amaneció sin conflictos, pero con mucha custodia policial. Y el galpón que se usa como comedor comenzó a funcionar, aunque con algunas limitaciones, después del mediodía. Allí asisten 480 chicos: “El lugar recibe subsidios del Gobierno porteño, igual que otros 300 comedores que se encuentran en la Ciudad”, remarcó María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno.
En tanto Sergio Berni, el secretario de Seguridad de la Nación, opinó sobre el enfrentamiento: “Hay organizaciones que funcionan en torno al negocio inmobiliario. En el Parque Indoamericano pasó lo mismo. Habían vendido los terrenos, cuando se trataba de un parque. Es un negocio millonario. Toman los terrenos y después buscan extorsionar al Gobierno para cobrar subsidios”.
La subsecretaria de Participación Ciudadana (de la Secretaría de Seguridad Nacional), Agustina Propato, explicó que están “dispuestos a atender la demanda social pero no en un contexto de crisis y extorsión”. En la villa, Nación y Ciudad poseen representación. Por eso, a diferencia de otros conflictos, trabajaron en conjunto.
Por su parte, el Ministerio de Desarrollo Social porteño explicó que se comenzó a censar a las familias en conflicto para saber cuál es la problemática de cada una, qué subsidios y ayudas reciben de ambos Gobiernos, y en función de eso evaluar cómo se los asiste. “Son personas con problemática habitacional, pero no en situación de calle”, explicaron.
Cuando se conoció la toma del comedor, gestionado por la CCC (Corriente Clasista y Combativa), los vecinos primero dijeron que se trataba de una banda de narcotraficantes. Luego se supo que eran los propios habitantes de la villa quienes ocuparon el galpón, en plena madrugada. Mucho antes de que llegara la Policía al lugar, y en medio del enfrentamiento entre vecinos, las heladeras, garrafas y cocinas del comedor quedaron destrozadas.
Villa Fraga nació en 2001 y hasta 2006 sólo había algunas pocas casas de material. A partir de ese momento comenzó a crecer de manera descontrolada: en dos manzanas se apiñan unas 5.000 personas en pésimas condiciones sanitarias. El galpón del comedor, aunque se encuentra en un estado deplorable, ocupa un espacio muy grande en relación al terreno. Según contaron los vecinos, hay una gran demanda de alquileres y las habitaciones cuestan entre $ 900 y $ 1.200 al mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar es un derecho, hacélo !!!