Vecinos, ya falta menos !!!! Fuera usurpadores !!!!

Chacarita: un vallado separó a 29 familias

Publicado el 16 de Agosto de 2011

Por Gustavo Sarmiento
Viven a la intemperie, desde hace un mes, en el playón contiguo a la estación Federico Lacroze. Ayer, la policía levantó y soldó vallas metálicas en la única entrada al predio. Muchas de las familias quedaron divididas.
  Desde hace casi un mes, unas 29 familias viven a la intemperie, sin servicios ni mínimas condiciones de higiene, en un pequeño asentamiento del “Playón de Chacarita”, lindante con la estación Federico Lacroze del ferrocarril Urquiza. En un primer momento, fueron 60 las que ingresaron al terreno (enmarcado entre las calles Fraga, Teodoro García, Céspedes, Guevara y la Avenida Elcano), en reclamo de soluciones habitacionales. Todas provienen de los asentamientos precarios del Playón, donde pagaban por una pieza desde 800 hasta 1400 pesos.
Ayer, pasadas las 7 de la mañana, los ocupantes se encontraron con la novedad dictada por el juez Norberto Oyarbide: un vallado había sido levantado (y luego soldado) cortando la única entrada, que da al playón, lo que provocó que la mitad de la gente quedara fuera de la toma, y en muchos casos las familias quedaran divididas. Actualmente, son 15 las que quedaron adentro (casi 50 personas), en una situación de tensa calma con la infantería, que los enfrenta con sus escudos e impide la comunicación entre las partes.
Según los testimonios, el terreno era un basural, “un nido de ratas”, y la intención de los vecinos era construir allí 29 piezas de seis por tres metros. Mientras tanto, no tienen acceso a luz, agua, comida ni baño químico. Unos 20 chicos quedaron dentro de la toma, entre ellos Enzo, de diez años, que permanece solo desde que su madre debió ir al Hospital Ramos Mejía a internar a su nena de dos, debido a una neumonía que contrajo durante el temporal de la semana pasada. La decisión de Enzo es firme: “No me voy porque acá, dentro de poco, va a estar mi casa.”
El jueves estaba avanzada una orden de desalojo que finalmente fue revocada por el rechazo de los vecinos. La decisión judicial entonces fue dirigida a impedir la construcción y el ingreso y egreso de ocupantes. La legisladora porteña Rocío Sánchez Andía, titular de la Comisión de Vivienda, pidió “que se haga una mesa de trabajo. Hace días hubo una intención adecuada de la Comisión Nacional de Tierras.”
Un jefe del operativo policial afirmó que “no hay orden de de-salojo, es más chamuyo que otra cosa”. Sin embargo, para Julia Rosales, encargada del comedor Esperanza (que da de comer a 400 chicos del barrio), el panorama “está bastante mal, hubo 80 efectivos de Infantería y se hizo un gran despelote, porque las madres no se podían juntar con sus bebés, que quedaron en el jardín. Es un lío terrible, esto va a llegar a mayores.” Y agregó: “Parece una antesala de desalojo. Se dijo que están tomando las vías, pero es todo mentira. Es un triangulito de tierra abandonado, que está atrás, no encima de las vías.”
Maura Franco vive hace seis años en el Playón. Cuando llegó de trabajar en Pilar, se encontró con el vallado. Le contó a Tiempo Argentino: “Vinieron a las 7 a poner todo y recién dos horas después presentaron la orden. Quieren desgastar, que nos cansemos y nos vayamos. Nunca hubo una agresión, sólo pedimos lo justo: una casa propia.